Día del Trabajador de la Cultura

Publicado el 14 diciembre, 2020 • 9:00 por Jorge Rivas Rodríguez

Tomado de http://www.trabajadores.cu

Los trabajadores de la cultura celebran su día este 14 de diciembre en recordación del aniversario 92 del natalicio de Raúl Gómez García, asaltante y mártir del Moncada, conocido como el Poeta de la Generación del Centenario.

Arriban a esta efeméride con un consolidado método de acción del Sindicato del sector, el cual este año se ha caracterizado por su respaldo a las innumerables  ideas y proyectos que los creadores de todo el país han puesto en práctica para llegar a los espectadores a través de la televisión y la cadena de emisoras de la radio nacional, así como mediante el uso de las redes sociales, en cumplimiento de las medidas orientadas por las autoridades sanitarias para evitar la propagación de la pandemia de la Covid-19.

Los trabajadores pertenecientes a las diferentes dependencias del Ministerio de Cultura —música, teatro, cine, danza, circo, literatura, bibliotecas, patrimonio…—, así como los de la prensa —escrita, radial y televisada—, festejan este día, inmersos en un fenómeno sin precedentes de interacción y correspondencia entre sus quehaceres artísticos y literarios con el público, lo cual evidencia los valores éticos, espirituales y vanguardistas de un ejército de creadores formados a través del sistema nacional de enseñanza artística y del Movimiento de Aficionados propulsado por las Casas de Cultura diseminadas a todo lo largo y ancho  de la geografía insular.

La casi totalidad de los más de 90 mil afiliados al sindicato de la Cultura en Cuba, durante las últimas semanas han protagonizado una estremecedora epopeya de reafirmación revolucionaria, luego de que la provocativa prensa internacional financiada por el gobierno de los Estados Unidos intentara relacionar de forma arbitraria y escandalosa los groseros sucesos de San Isidro con la solicitud de dialogo de un grupo de jóvenes artífices con el  Ministerio de Cultura (Mincult), movida que ha generado fructíferos encuentros entre estos últimos.

Ha sido el año 2020 un periodo de tenaz lucha por la vida —batalla encabezada por el Estado y asumida por todo el pueblo— y de duro enfrentamiento con el enemigo que intenta asfixiar el noble proyecto emprendido por la Revolución hace 62 años, el cual no está exento de errores y puede ser mucho más perfecto, sobre todo si se perfilan mayores y mejores vínculos entre las instituciones del Mincult y los creadores, tal ha trascendido en las mencionadas reuniones de los últimos días, en las que igualmente ha sido destacada la participación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), la Asociación Hermanos Saíz (AHS) y el Sindicato de la Cultura.

Aunque “la nueva normalidad” en que vivimos ha permitido determinadas aperturas en la promoción artística y literaria, manteniendo las medidas higiénico-sanitarias para evitar el contagio del persistente virus, hay que reconocer que con la llegada de esta pandemia a Cuba y el consecuente cierre de las instituciones culturales y otros centros en los que se presentan los artistas, algunos escépticos presumieron  que la cultura insular entraría en un impase que conduciría a un estancamiento en el desarrollo  de las diferentes expresiones del arte y, por consiguiente, a una incomunicación total con el público.

Sin embargo, la realidad demostró todo lo contrario, y como expresó el Ministro de Cultura Alpidio Alfonso, esta etapa transcurrió “sin apagón en la cultura”.

Los afiliados a este Sindicato igualmente están dispuestos a consolidar un estilo en el que exista mayor y mejor comunicación entre ellos y las entidades que los representan. Los acontecimientos generados recientemente han demostrado la importancia de escuchar y atender los problemas e inquietudes de esta pujante fuerza que, a fin de cuentas, se erige como defensora del “escudo y la espada de la nación”.

Para lograr ese objetivo, la secretaria general de este gremio, Nereida López Labrada, ha afirmado que “existen dos cosas que nos hacen fuertes: la calidad del potencial humano con que contamos y la unidad inquebrantable de nuestra organización con los diferentes órganos e instituciones que de una forma u otra se relacionan con nuestro quehacer”.

El momento reclama más unidad, solidaridad y diálogo. Solo así podrá hacerse más efectivo el compromiso hecho por las vanguardias artísticas de continuar en sus trincheras la batalla en defensa del Socialismo, al lado de la Revolución, a pesar de las dificultades que aún enfrentan

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