Una de las tradiciones dentro de las actividades recreativas de los guamenses lo constituye la realización de rodeos pecuarios, sin embargo, algo que debe tomarse en cuenta es cómo legarle a las nuevas generaciones aquellos conocimientos y habilidades que permitan mantener y perpetuar práctica.
Antonio Grimón Santisteban es vecino de la localidad de El Uvero y fundador de los rodeos en esta localidad, fue uno de los que compulsó las voluntades para que volvieran a rescatarse luego de un largo periodo de inactividad en la que se decía que “El Uvero estaba muerto” y con el regreso de los Rodeos, la vida tomó otro curso y ya sus pobladores acuden a este espacio para divertirse y recrearse sanamente.
Antonio me comentaba en una reciente entrevista, como ellos han ido formando un equipo de jóvenes que no sobrepasan los veinte años de edad y ya dominan las complejas acciones de montar el Toro Salvaje, derribe y amarre de los terneros, así como las corridas de cintas y demás ejercicios propios de esta singular práctica que ha ganado adeptos no sólo en El Uvero, pues ya en las provincias de Mayabeque, La Habana, Las Tunas y el municipio Tercer Frente en Santiago de Cuba, tienen sus propios equipos que han venido hasta acá para competir y tratar de colocarse dentro de los primeros lugares.
En la entrevista se refirió a cómo su hijo es uno de los abanderados en estas actividades y en verdad, resultan muy complejas las maniobras y en mucho de los casos pudieran traer graves consecuencias a ellos si no dominan las técnicas para hacerlo.
Grimón, como le conocen mejor a este pecuario, goza de prestigio y aceptación de quienes van a verlo a los rodeos, un lugar que merece ser referenciado pues, durante este verano y así refirió él: “Las presentaciones se han hecho en la mañana y en la tarde, siempre protegiendo a los animales y suministrándoles la comida y atenciones que demandan en este periodo de altas temperatura”.
Sirva esta referencia periodística para reconocer a personas como Antonio Grimón por ser uno de los artífices de una obra que tributa a la sana espiritualidad de sus coterráneos.