El 5 de diciembre de 1972, a propuesta del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en el Tercer Congreso de los Constructores y en homenaje al compañero Armando Mestre, asaltante al cuartel Moncada y expedicionario del yate Granma, se estableció el Día del Constructor, una efeméride con profunda raíz popular que agrupa a todos los trabajadores del sector.
“Todas las actividades, absolutamente, dependen de la construcción, y en la construcción tienen el factor que las limita o les permite alcanzar las metas o el desarrollo planeado”. Fidel entonces planteó que los errores son resultado de la obra de los hombres, pero que los revolucionarios tienen el deber de ser incompatibles con las fallas y con las cosas mal hechas.
“Afortunadamente, el espíritu de nuestro pueblo es ese; el espíritu de nuestro pueblo es el espíritu de un pueblo que ha tenido siempre ese afán de superación, ese afán de progreso tantas veces impedido por fuerzas que operaban contra el destino de la nación y contra el deseo de la nación…”
Este año, y ya por segunda ocasión, los constructores cubanos celebraran en esta fecha sin la presencia física de nuestro eterno comandante y líder histórico, pero con la certeza duplicada de seguir a pasos firmes construyendo revolución.