Aunque la tormenta tropical Laura a su paso por el municipio santiaguero de Guamá no provocó serias afectaciones, si se comparan con las del huracán Sandy, siempre las de los árboles caídos dejaron traumas que cambiaron significativamente la normalidad.
Acostumbrados en Chivirico a las exuberantes sombras que proporcionaban los álamos, éstos fueron removidos por los vientos de Laura y se comprobó en el sistema radicular de esta planta que no se introdujeron en el suelo como vaticinaron quienes la sembraron entonces. Siempre se dijo que está especie entierra su raíz hacia abajo y no radicaliza hacia los lados y con ello se protegen los pisos que le ruedan alrededor.
Pues Laura puso al descubierto que esa teoría de la botánica erró aquí. Planteó así el director de la entidad de Servicios Comunales Ariel Ortiz Vera quien expresó que: hubo que decidir aplicar la tala radical de los que quedaron removidos por los vientos.
Y asi, Laura trajo para los asiduos asistentes al parque de Chivirico un verdadero trauma al suspenderle el disfrute de la grata sombra que proporcionaban mientras se conectaban a Internet a través del servicio WIFI dispuesto por ETECSA allí.
Ahora los usuarios de la señal WIFI en el parque de Chivirico tendrán que usar más la Glorieta o la sombra de los arbustos que están más próximos a la playa hasta tanto crezcan los nuevos que serán sembrados.
Muchos se resisten al cambio, pero este, no fue voluntad de los hombres, ya que lo impuso «Laura», la tormenta que impuso su furia sobre las plantaciones de esta zona y aunque no causó pérdidas de vidas humanas a su paso por acá cuando arrancó parcial y totalmente techos a viviendas en la zona.
Por lo pronto, queda ahora restaurar lo dañado y esperar que poco a poco retorne a la normalidad lo que ya era habitual en el parque de Chivirico, al decir de muchos, uno de los más cómodos para su estancia cuando lo comparan con otros en la provincia Santiago de Cuba.