En uno de los cursos que imparte el Instituto Internacional de Periodismo José Martí en ciudad de la Habana, tuve la oportunidad de conversar con Evo Morales Aima, cuando tan sólo era un líder sindical en Bolivia entonces. Evo nos impartió una conferencia de cómo se podía llegar al poder sin la lucha armada, con tan sólo reclamos sociales justos en las tribunas que el propio estado tenía establecidas.
Muchos de mis colegas periodistas les dijimos que eso en América podía interpretarse como una utopía y sin embargo años después de esa afirmación se hizo realidad. Evo llegó al Poder en Bolivia.
Pero lo que más me impresiona de sus vaticinios es que tuviera la capacidad de mantenerse y gozar del mayor porciento de respaldo popular, gracias a esa filosofía de la conversación, la tolerancia, el diálogo y respeto a las partes que participan en su república plurinacional.
Guardo con especial interés la foto en donde junto a él, los periodistas que recibíamos dicho diplomado, les auguramos éxitos en sus proyecciones futuras y, el destino lo demostró. Evo es el presidente de un país que más ha hecho crecer su economía y es el único indígena que ha alcanzado tal notoriedad.
Evo, nuevamente fue elegido por su pueblo como presidente de Bolivia y mientras mantenga esa convicción, lo esperará la victoria porque lucha junto a su pueblo por una causa común y justa. Muchos temen que líderes de esas características lleguen al poder, pues, pondrían en peligro los jugosos negocios que enriquecen a unos pocos y no a la mayoría.