24 de Febrero. Un legado de la historia.

Por estos días una batalla ideológica se desarrolla en el campo de la cultura entre nuestro pueblo y un grupo de mercenarios, sin patria, pero con amo, y lo triste para ellos, que no vencerán, es que son lacayos del peor de todos los enemigos de la humanidad, como dijera El Maestro José Martí, del “norte revuelto y brutal, que nos desprecia”

¿Por qué este debate en el tema de la cultura?

Porque cultura es identidad, tradición y patria.

Por esa causa es que la fecha del 24 de Febrero, es tan necesaria, e importante para los cubanos.

Porque la historia es uno de los sedimentos más sólidos de la cultura, como Escudo y Espada de la nación, según lo definiera  proféticamente Fidel.

El 24 de febrero de 1895 significó la continuidad del legado patrio desde Varela hasta Céspedes y aquellos que en la manigua mambisa durante 10 años, y luego un año y meses más durante la guerra Chiquita,  dieron su vida o escribieron páginas de glorias hambrientos, sin algo que cubrirse que no fuera la vergüenza de Baraguá, descalzos,  casi en taparrabos, pero con la gloria para ponerle el pecho a las balas y luchar por la independencia  de Cuba.

Esta fecha fue la obra del apóstol  José Martí, el hombre que unió a los Pinos Nuevos con los Pinos Viejos, en torno al Partido Revolucionario Cubano, y con el concepto de Nuestra América al hombro, en busca de una República para todos y por el bien de todos, organizó una guerra de carácter  antiimperialista.

Esa es la causa de que hoy a cientos de años, decir 24 de Febrero, es decir voluntad de lucha, identificación con los próceres de la libertad, y defensa perenne de Cuba, para como lo quiso Martí: “… impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos  y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras  de nuestra América”.

Fue el resultado de la Guerra del Silencio en un Periodo de Tregua Fecunda, una victoria ante el colonialismo español y un triunfo estratégico ante los ojos del imperio naciente norteamericano.

Así es la esencia de aquella proeza mambisa que  ha legado a quienes aman a Cuba disposición, fuerza, principios para la lucha, y lejos de ser chovinistas, el ejemplo imperecedero de patriotismo, para los hombres y mujeres de hoy.

Aquel 24 de febrero inspiró la frases fidelistas patria o muerte, venceremos, y Socialismo o muerte, todas en diferentes circunstancias, pero frente a un mismo enemigo,  y con una sola disposición.

Vencer o morir.

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