Diosmanis Hernández Sánchez, desde “El Uvero” en el santiaguero municipio de Guamá hace dos años que asumió un taller de carpintería privado que vinculado al sector agroforestal guamense tributa creaciones de elevada utilidad para las rehabilitaciones de objetos de obras en el turismo así como en el sector educacional y el de la viviendas de este territorio costero y montañoso.
Él es de Aserradero, hijo de uno de los caficultores más notables en esta serranía, el reconocido Diosdado de “El Tártaro”. Su formación familiar en el amor al trabajo serio y responsable es una garantía para que cada tarea asumida la realice con entrega total.
Desde su carpintería, ubicada cerca del barrio Buenos Aires, emergen excelentes creaciones logradas a partir del aprovechamiento de maderas preciosas obtenidas del lugar. Hernández y su tropa de labor dicen que, prefieren la noche para hacer mover las sierras, garlopas, sinfín, pulidoras con la tranquilidad de no ser interrumpidos en medio de la faena.
Plantea con satisfacción que gracias a sus acciones lograron reparar la unidad del Comercio o bodega de “Las Cuevitas”, también la tienda de “La Campana”, iniciaron labores de reparación de bloques habitacionales en los hoteles Sierra Mar y Los Galeones. El bloque C del coloso Sierra Mar de la corporación Cubanacan ya exhibe un mejoramiento extraordinario en las habitaciones comprendidas en las 500, 600 y 700 así como solicitudes expresas del Ministerio del Interior para terminar viviendas con puertas, ventanas y estructuras que permiten satisfacer las conclusiones de obras tipología cuatro que demandan abundante madera.
También sus aportes han sido significativos en la ejecución de viviendas por parte de la Brigada de Mantenimiento Constructivo municipal la que ha recibido integralmente los módulos conformados por alfardas, alfajías, largueros, llaves y horcones que sirven para sostener la cubierta techada de estos inmuebles en su mayoría para atender situaciones de familias contempladas como vulnerables.
Por el momento el binomio taller de carpintería de Osmani en Uvero, junto a la Unidad Forestal Guamá ya cosechan resultados que permiten validar que cuando se unen las fuerzas por un bien común, se impone el resultado ante este noble propósito.