Producir alimentos es una tarea de primer orden ante la difícil situación que experimenta el mundo en la cual se impone que cada país tenga su soberanía alimentaria.
Acá en el santiaguero municipio de Guamá no son pocos los que abrazan con entrega la causa de obtener de la tierra los recursos alimenticios que le proporcione el sustento de él y su familia.
La enfermera Glamidez Batista Nieto, vecina del reparto Calentura en Chivirico quien aún y cuando muchos la asocian solamente a su actividad profesional como Máster en genética en el Policlínico Giraldo Aponte Fonseca de esta cabecera municipal, ella en el patio de su casa cuenta con un área en calidad de usufructuaria en la cual cosecha yuca, boniato, plátano, Quimbombó, berenjena y, ya preparó el terreno para sembrar arroz. Glamidez expresó en su entrevista para radio Coral que desde que ella regresó de su misión en Venezuela, le ha puesto dedicación a su pedacito de parcela. Está muy enamorada de ella y se siente realizada porque procede de padres campesinos que le enseñaron desde muy pequeña cómo poder obtener frutos de la labranza. Manifestó ella que al trabajar en la siembra de su conuco, nunca ha perdido el encanto y la alegría hasta de pintarse el rostro para mantenerse agradable. «Yo me comunico con mis plantas».
Y sí los hay quienes trabajan la tierra y no resulta su principal perfil ocupacional, aquí en Guamá hay quienes gozan de prestigio reconocido en poseer dotes extraordinarias para depender toda una vida de lo que cultivan con su sudor a partir de labrar la principal fuente de riqueza, la agricultura. Ese ejemplo es Mario Tejeda en el Madrugón. Para esta fecha aún cosecha hermosos ejemplares de tomate que satisfacen la demanda local de su demarcación. «Mayito», como mejor le conocen, es de los que sí resultan integrales y verdadera referencia en las labores del campo. Él es otro de los que siempre han respondido de forma positiva al reclamo nacional de trabajar en pos de nuestra soberanía alimentaria.
