Importantes páginas llenas de glorias y entregas revolucionarias escribieron aquellos combatientes de la lucha contra bandidos en las montañas de esta parte de la Sierra Maestra. Hechos que las nuevas generaciones deben de conocer para que se comprenda en toda su magnitud por qué resultó necesario sacar de estas inmediaciones montañosas a quienes trataron de sabotear el destino justo de la Revolución.
En Chivirico, Guamá, en el centro de educación mixta Israel Pardo Guerra, fueron estimulados aquellos combatientes que empuñaron las armas y se arriesgaron en perder la vida, en busca de los bandidos que se alojaron en estas montañas. En la actividad, dieciséis vecinos del Marañón, que tal vez pasaban inadvertidos en su comunidad dado la modestia que lo caracteriza, fueron reconocidos como lo que son, verdaderos héroes de la patria.
Es la razón por la cual, los propios estudiantes del plantel le impusieron la medalla “60 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionaria”. Los destacados luchadores rememoraron la gesta con tristeza y orgullo al recordar esa etapa difícil para el gobierno que nacía y era amenazado por personas que no estaban de acuerdo con el triunfo de la Revolución Cubana, principalmente ex militares batistianos.
Volviendo a la historia, en marzo de 1963, el Ministro de las FAR, en aquel momento, comandante Raúl Castro Ruz, creó la Dirección Nacional de las Tropas de LCB (UM 3216). La actividad de las fuerzas de Lucha Contra Bandidos fue complementada con la labor de los Órganos de la Seguridad del Estado en el territorio donde vivían y actuaban los colaboradores de los bandidos, con lo que se alcanzó un mayor conocimiento sobre la ubicación de las bandas y su situación interna.
El cumplimiento de la estrategia política, militar y de contrainteligencia conducida por Fidel y Raúl, que siempre contó con el apoyo de nuestro pueblo, permitió derrotar a los bandidos en julio de 1965. Se instaura así, un 18 de octubre el Día del Combatiente de la Lucha Contra Bandidos, en homenaje a aquellos primeros campesinos, (los Malagones) que cumpliendo órdenes de Fidel, capturaron una banda terrorista.
En Chivirico la historia vuelve a coger fuerza para nutrir a las nuevas generaciones de guamenses en la savia de defender la patria. Profesores como Yoensis Ferrera, director del plantel educativo, muestran el orgullo de poder estimular a quienes defendieron el destino de la Revolución, en la que hoy vivimos.