Guamá municipio santiaguero, serrano y con una gran cuota de historia, guarda en su regazo patrio, los recuerdos de aquellos, que en plena juventud, dieron su vida por la independencia.
Un día como hoy, hace 60 años un muchacho de 21 quedaba en los brazos de la patria.
Era Giraldo Aponte Fonseca. Nacido el 28 de enero de 1937, coincidiendo con el día del nacimiento del apóstol José Martí 84 años más tarde. Era el noveno de los once hijos de Magdalena y Feliciano, ambos de origen campesino y muy pobres y nieto de Manuel Aponte, veterano de la Guerra de Independencia el que supo inculcarle el amor y el respeto a la Patria.
Desde muy pequeño se trasladó desde Aserradero con sus padres a vivir al lugar muy intrincado rodeado de montañas perteneciente a la Sierra Maestra conocido como La Escondida, a unos 5 kilómetros al norte Chivirico,
A los 10 años perdió a su padre, lo que agudizó la situación de la familia por lo que tuvo que incorporarse a trabajar muy duro para colaborar con la mantención de la misma. Cuando tenía 14 años comenzó a trabajar en la fonda propiedad de un matrimonio jamaicano llamados Samuel y Violeta, en Chivirico.
Posteriormente se trasladó a la elaboración del carbón en la zona de El Papayo donde compartió esta labor con varios campesinos de la zona, entre los que se encontraban los hermanos Hopkins. Cuenta su hermano que se puso su primer par de zapatos a los 12 años. Padeció de dolores de muelas horribles y como no tenía dinero, no lo atendió un dentista y por la infección, se le afectó tanto la cara, que se le reventó por fuera dejándole una cicatriz, que lo acompañó para toda la vida.
En marzo de 1958 orientado por el miembro del Partido Socialista Popular Vicente Mora, ingresa junto a su hermano Primitivo Aponte Fonseca, al Cuartel de la Marina que estaba establecido en El Uvero, con el objetivo secreto de apoderarse de algunas armas e incorporarse al Ejército Rebelde. El 11 de abril de ese mismo año, alcanzan su objetivo, logrando apoderarse de 3 fusiles y más de 1 000 balas.
Huyendo de la tiranía, llegó a un campamento del Ejército Rebelde dirigido por Harold Ferrer Martínez vecino de la comunidad de Sonador. A partir de ese momento pasaría a formar parte de su tropa como un campesino más que se incorporaba a la guerrilla revolucionaria. En la primera acción en que participó se apoderó de otra pistola. Comenzando mayo de 1958 es transferido, a petición del Comandante Juan Almeida Bosque para, La pata de la Mesa, ya que tenían buenas armas y se iniciaba la ofensiva.
Allí permaneció varios días, luego pasó a la zona de Bueycito bajo el mando del actual Comandante de la Revolución Guillermo García Frías, más tarde fue enviado al pelotón de Juan Vitalio Acuña.
Junto a este participaría Giraldo Aponte en varios combates que se efectuaron en esa zona como el ataque a Estrada Palma, haciendo muestra de valor y heroísmo , dando lugar a un mayor conocimiento del teatro de operaciones y a la consolidación del territorio rebelde, hasta que cae en el segundo combate de Santo Domingo efectuado en Providencia.
Era 28 de julio de 1958, solo contaba con 21 años.
Su historia a 60 años de su muerte no queda en el olvido de los libros ni las leyenda de los abuelos, padres y tíos de las generaciones pasadas, sino que hoy se perpetua en la niñez y la juventud que en cada obra escribe nuevas páginas, bajo le ejemplo de Giraldo y los que como él supieron escoger el camino de la liberad junto a Fidel.
En su memoria, el hospital y la escuela más grande de Guamá, llevan su nombre.