Ángel Herrera Díaz es un técnico de refrigeración que lleva más de treinta años en el ejercicio de esa actividad y jamás ha mostrado desánimo en desarrollarla a pesar de las serias limitaciones de recursos que llegan desde el exterior para poder sustituir las piezas que muestran desgastes físicos dado el régimen de explotación en los motocompresores.
A Herrera se le conocen mejor con el seudónimo de «El chapa» y sin lugar a dudas goza de celebridad por las innovaciones que realiza ante tantas escaseces de recursos materiales para reparar mecánicamente los motocompresores de refrigeradores domésticos y comerciales.
Es un «cementerio» de recursos lo que este posee en el tallercito de su vivienda, muchos quemados en su enrollado eléctrico, otros porque sufren desperfectos en el sistema de bombeo y lubricación pero a todos les da solución. Expresando el mismo que…
«Tuve que dejar mi vínculo en los talleres estatales que se dedican a esta actividad en Servicios Técnico porque ya los recursos no llegaban, no sé si por el bloqueo o insuficiencia estatal en gestionarlo pero mientras trabajé allí fui referencia a nivel provincial en Santiago de Cuba al generalizar una remachadora «Sherry» para chapistear refrigeradores. Y otra de las inventivas que caminó la provincia fue una dobladora de metal. Otro de mis aportes fue sustituirle a los motocompresores rusos los rotores por aquellos de origen Alemán. Reduje el consumo eléctrico de esas máquinas y así prolongué su vida útil.»
Me llamó la atención ver en su pequeño local un nombrado «ayudante», un artefacto mecánico que permite seguetear y poder abrir las tapas de los motocompresores que vienen sellados y cuya conformación no es redonda, razón por la cual no pueden abrirse con él empleo de tornos.
Es de reírse, pero resulta que para abrir una máquina en otros tiempos se empleaba un hombre dando seguetas durante casi una hora manualmente, ahora este aparato las abre ya sea dando maniguetas suavemente cuando falta el fluido eléctrico o se mueve con un motor auxiliar en media hora; técnicos de refrigeración como el «chapa» adquieren connotación en tiempos como los que corren.
En el municipio Guamá que en ocasiones suceden interrupciones eléctricas que causan averías en los equipos electrodomésticos y resultan los refrigeradores los más vulnerables. Muchos de estos dispositivos llevan como mínimo más de quince años de explotación desde que se sometió al país en la llamada revolución energética y desde entonces no llegan recursos para su reposición.
Gracias a técnicos innovadores y racionalizadores como Ángel Herrera Díaz en el reparto El Marañón de Chivirico en esta serranía, las penurias se solventan en parte cada vez que un usuario se lamenta porque el equipo más útil del hogar dejó de funcionar.