Noel Lores Guzmán, otro que prefirió Guamá.

Noel Lores Guzmán es natural del municipio Songo La Maya y es uno de los tantos que decidió quedarse a vivir en el municipio santiaguero de Guamá para «echar toda su vida» aportando por el bienestar de sus coterráneos y conformar una familia de bien.

Con setenta y tres años de edad, este hombre no cesa su actividad socialmente útil y, es de los que permanecer en casa para descansar, luego de su jubilación laboral, no le resulta provechoso en el orden personal.

Para quienes no le conocen, en su historia de vida figura siempre haberse movido en cumplimiento a tareas y órdenes asignadas que trató siempre de cumplirlas al «pie de la letra» como muestra de disciplina y lealtad ante cada encargo.

«En 1974 vine a dirigir acopio en Aserradero cuando solo existían cuatro municipios en Santiago de Cuba, luego en 1976 fui promovido a director municipal en Guamá. He trabajado en diversos centros laborales. Estuve dos años de presidente de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños), luego dirigí la entidad de Mantenimiento a viales, posterior me pidieron subir a la montaña para ayudar a la conformación de dos comunidades serranas como modelos, “El Alcarraza” y “Pinar de Las Canas”, las que mostraron entonces un esplendor de referencia nacional dentro del Plan Turquino. Mi última responsabilidad de envergadura fue dirigir el transporte en la Empresa Mayorista de Alimentos y luego la Base Municipal de Transporte de cargas y pasajeros por un periodo de más de veinte años. En este municipio  eché mi juventud, he echado la vida, en cumplimiento a tareas que me ha dado el partido, el gobierno, la Revolución. Yo conozco este municipio hasta las piedras que hay en cada lugar porque lo he caminado a pie, a caballo, en transporte terrestre y hasta en Helicóptero. Soy fundador de las Milicias Populares en el territorio, albergo con satisfacción haber sido útil cuando la operación tributo, cuando la gira del cantante Silvio Rodríguez al subir el Pico Turquino, montaña que he subido cuatro veces».

Algo que dice mucho de la disposición y entrega de Noel ante cada tarea es su espíritu quijotesco donde existe poco espacio al cansancio. Cuando la pandemia COVID se brindó a subir a la intrincada comunidad de “La Anita” para atender los aseguramientos para la vacunación a sus pobladores, con setenta y un años de edad subió a pie y retornó de la misma manera.

 “Pero la tarea salió» expresó él en su lenguaje propio de cuadro de dirección de experiencia y ejemplaridad.

«Conozco a Guamá completico, ahora aunque jubilado pero no retirado, el gobierno me encargó atender el grupo de seguridad y protección y lo asumo con buen espíritu para que tenga todo el éxito esperado. En todas las tareas he tenido resultados, me cabe expresar con satisfacción lo afirmado».

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