Félix Cordero Reyes, es un hijo de esta tierra guamense. A sus ochenta y dos años, es uno de los testigos vivos que aún conserva en la memoria algunos de los eventos que ocurrieron en nuestra última etapa de liberación y que, como sabemos, tuvo sus orígenes en las estribaciones de la Sierra Maestra. Según su testimonio, Félix era vecino de la familia Pardo Guerra, aquella que los cubanos no podemos dejar de mencionar cuando hablamos de los pasajes e historia de la Revolución Cubana. Nos dice que él y sus hermanos junto a los “bisoños” de los Pardo Guerra, asistían todos a la misma escuelita que era atendida por un maestro holguinero en aquellos tiempos difíciles.
La pobreza extrema era uno de los males que aquejaba al campesino de aquel entonces, nos comenta Félix quien a edad muy temprana tuvo también que sumarse a los trabajos que su padre hacía para ayudar a la manutención de los suyos. Por eso sabe mejor que nadie por qué hay que cuidar lo que la juventud de ahora tiene.
Recuerda también que uno de sus hermanos estuvo presente en la llamada Masacre de Peladero, perpetuada ésta por los soldados al servicio del régimen batistiano, cuando desesperados intentaban aniquilar a las fuerzas rebeldes al mando del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
“Me dice con firmeza: hay que cuidar esto cueste lo que cueste, nunca antes los cubanos habíamos tenido la libertad que muchos hoy se empeñan en decir que no existe. Quedamos pocos de aquella gente por ley de la vida, pero todavía tenemos voz para contarles y decirles, que aunque ya no esté Fidel físicamente seguiremos defendiendo esta Revolución al precio que sea necesario”.