“Cuba en la ONU: ante la mentira, la razón”

El reciente discurso de la embajadora de los Estados Unidos en las Naciones Unidas, Nikki Haley, a mi juicio, es la imagen de lo que ya se vislumbra en la práctica, como la política del nuevo presidente Donald Trump, hacia nuestro país. Es consecuencia del desconocimiento que tiene este de nuestra historia, identidad y tradiciones de lucha, menospreciando nuestra capacidad para enfrentar, como lo hemos hecho durante décadas, a un enemigo poderoso.

Lejos de asumir que su país es el responsable de las penurias del pueblo cubano por más de medio siglo, la diplomática lanzó una andanada de insultos contra el «régimen cubano» que, según dijo, ha utilizado durante años el debate en la ONU para «distraer la atención» internacional de la destrucción de su pueblo y aun de otros, en cuya argumentación enunció una versión distorsionada de la Crisis de Octubre de 1962 y los roles que en ella tuvieron los gobiernos de Cuba y de Estados Unidos.

Haley refirió un supuesto compromiso de su Gobierno con la ayuda al pueblo cubano, según ella, reprimido. En una pose descarnadamente imperial, dijo que cada año «esta Asamblea pierde su tiempo y Estados Unidos se ve sometido a todo tipo de reclamaciones ridículas». Añadió que su Gobierno «no va a dejarse distraer», antes de remarcar que este «no va a detener sus acciones» por un supuesto mejor futuro del pueblo cubano. Haley adelantó que Estados Unidos votaría en contra del proyecto de resolución presentado por Cuba y recordó que hace un año su país se abstuvo, con el argumento de que se aislaba, cosa que admitió.

La locura y los disparates de la embajadora de esa nación, fueron sancionados y abucheados por los que allí estaban, y el resto del mundo. Nuevamente se reconoce la hidalguía de este pueblo y su líder histórico, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que en su lecho de descanso hoy está, orgulloso de recoger las semillas de valentía y honor, que sembró en el corazón de su patria.

Frente a las mentiras de la embajadora norteamericana, Cuba fue nuevamente absuelta ante la historia por los contundentes argumentos del Ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parrilla. A lo anterior se une la demostración de los cubanos que desde todos los rincones del país han patentizado el apoyo a la revolución, la defensa de nuestra soberanía y el rechazo a las nuevas maniobras imperiales y ante todo la disposición de seguir adelante en la construcción del nuevo modelo económico cubano, continuar el perfeccionamiento del socialismo, y llevar adelante a pasos agigantados nuestra Revolución, forjada para los principios martianos, marxistas-leninistas, guevarianos y fidelistas.

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