Coincidiendo con la actividad de reconocimiento a la agrupación “Alegría del Valle”, que cultiva el género musical vallenato desde hace treinta años en La Granjita de Chivirico, Guamá, se efectuó en esta localidad costera y montañosa de la provincia Santiago de Cuba, un evento cultural de gran trascendencia, nombrado «En busca de la voz del vallenato». Esta actividad, de carácter competitivo, permitió que desfilaron por el escenario , más de veinte concursantes y la animación de tres agrupaciones profesionales , ante una plaza llena de espectadores.
Gracias a la iniciativa de la única cantante femenina que ha tenido el grupo profesional Alegría del Valle, Lenia Ramírez, se juntaron este 23 de diciembre en Chivirico, no solo agrupaciones del territorio sino también de Pilón, provincia Granma. Quienes en su quehacer recrean a gusto, un género musical que es parte de la influencia, que han tenido las emisoras colombianas en esta parte sur oriental. No cabe dudas que el programa televisivo “Sonando en Cuba”, donde emergieron excelentes voces de cantantes de todo el país, va teniendo réplicas en pequeños eventos de carácter municipal, que permiten poner en la palestra pública aquellos talentos artísticos que sólo se escuchan en sus comunidades.
Unos prefirieron cantar acompañados de guitarra solamente, otros cuando contagiaban al público. Músicos plantados en la tarima enseguida se sumaban al convite y hubo una plaza 26 de julio, en Chivirico que estuvo repleta de personas vitoreando las interpretaciones. El jurado, integrado por directores de agrupaciones musicales de Guamá y de Pilón, decidió otorgar el premio «Voz del vallenato» al jovencito de la zona de Limonsito del Peladero, Alexis Mora Vargas, quien dio muestra de excelentes aptitudes en la interpretación de este género musical.
Lo más importante de la ocasión, el reconocimiento a los músicos de Alegría del Valle, que llevan treinta años de labor ininterrumpida, deleitando a los coterráneos con bellas interpretaciones, de sus inspiraciones y de célebres vallenateros colombianos. Resulta imposible, no resaltar el hecho de que se pudo conocer más, a quienes en estas lomas de Guamá cantan vallenato con sentimiento y amor. Al final, quien más disfrutó fue el pueblo, hábido de espacios culturales de respeto y dignidad, en defensa de patrimonios que deben protegerse, sean o no autóctonos de la zona, pero que forman parte de la espiritualidad de quienes viven en estos parajes de la Sierra Maestra. El agradecimiento al sectorial de cultura en Guamá, al gobierno y al partido, quienes apoyaron una iniciativa que deberá continuar desarrollándose, para bien de aficionados que necesitan sentirse motivados.
Vivan. Qué Bueno y qué bonito. Soy natural de esa linda, humilde y alegre tierra. Conozco el trabajo meritorio de Alegría del Valle (Los Vallenatos como se conocen popularmente), eran adolescentes cuando comenzaron en la Granjita, con Liduvino y han luchado duro, con mucho empeño y se han mantenido por tanto tiempo. Creo que es la agrupación de más tiempo y más representativa de Guamá. Felicidades por el evento La voz del vallenato, defiéndanlo, siganlo haciendo, superen obstaculos y mantengan ese lindo evento, cuando pase toda esta pandemia. Sigan luchando pos sus sueños.