“Cuando la ternura, ennoblece el corazón.”

Recientemente el municipio Guamá recibió un regalo, no fue material, se trata de la presencia de la niña de 8 años Sureini  Enamorado Martínez, que un mes antes se había precipitado en una bicicleta contra un gigantesco automóvil, donde fue amputada una de su piernesita y la otra en riesgo de perderla por varias fracturas y otras afectaciones producidas por el impacto. Manteniéndose en estado muy grave por mucho tiempo.

Su madre Dailenis Martínez Bubaire contó de aquellas terribles jornadas.

“Fue para nosotros una experiencia muy dura, pues no se contaba con la vida de mi niña por el estado tan crítico en que ella se encontraba, pero gracias  a la ayuda de los médicos y en especial los que en el salón la atendieron, ella logró salvarse”.

Hay un límite a la entrega y la solidaridad de nuestro pueblo y es aquel en que las personas  dejan de pensar en sí, para entregar toda la grandeza en que nos han educado, para que  la esperanza  por la salvación de un alma pequeña elevara el deseo al firmamento, logrado en las manos de aquellos, que todos los días siembran la vida de los seres humanos, nuestro personal médico.

Celia Cordero Magaña, tía-abuela de Sureini Enamorado Martínez, además trabajadora de nuestra planta radial, ha sabido valorar los infinitos sentimientos de un pueblo heroico, y extremadamente humano. “La experiencia de la niña ha sido muy grande porque al menos yo no esperaba que la población, los Comités de Defensa de la  Revolución y la Federación de Mujeres Cubanas respondieran de la manera en que lo hicieron, muy , muy solidarios, todo el mundo  ha cooperado. El día en que ella llegó,  la escuela pasó completa por la casa, cientos de personas,  le traen regalos, ha sido un impacto enorme en todo el pueblo.

Más nadie que la abuela Dignora Bubaire ha sabido reconocer la realidad de lo que significa el amor por lo que se adora, el agradecimiento por quienes salvan la vida del familiar en riesgo extremo, y las gracias al pueblo que se solidariza con el dolor y la alegría ajena.

“Fue algo fuerte que no se lo deseo a nadie por la envergadura del problema, por el peligro  para la vida de la niña pero a pesar de ser un problema, todo ha sido lo más grande de la vida, toda la población estuvo a tono con el accidente, preocupados, ayudando a uno tanto emocional, como materialmente, toda la ayuda habida y por haber y aun recibimos más. La casa ha sido un tránsito de personas, le estoy muy, muy agradecida a este  pueblo tan grande que ha apoyado tanto.”

Fueron días difíciles para la humilde y conocida familia Bubaire en la comunidad de “El Caserío en Chivirico, en este municipio santiaguero de Guamá. Jornadas de humana preocupación por toda la población. La pequeña Sureini Enamorado Martínez regresó a casa, luego de una batalla casi imposible contra la muerte.

Mañana, a las tres de la tarde, sus familiares y compañeros de escuela,el Gobierno, el Partido y en especial el pueblo que sufrió por los momentos de riesgos y de peligros en que ella se encontraba,  le acompañarán en el día de la alegría, para celebrar un nuevo cumpleaños.

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