Este 2018 es un año diferente para los cubanos, pues se realizan las primeras elecciones sin la presencia física de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro, hoy, muchos son los desafíos que enfrentamos los cubanos y es mayor el compromiso para mantener el sistema democrático y autóctono que nos legó Fidel.
Aunque los enemigos de Cuba y la Revolución, no dudan en tergiversar este proceso, incluso afirman que la democracia en Cuba no existe, cada cubano que vive en la isla puede afirmar que sí, Cuba sí es un país democrático, pues la principal característica de nuestro proceso electoral, está basada en el principio de que el pueblo postula y el pueblo elige.
Por todo esto, sobran las razones para asistir a las urnas, y defender lo que tantas veces Fidel explicó la importancia de las elecciones:”porque los valores que defendemos son muy sagrados, muy altos, poderosos. Son los valores de la Patria, de la Revolución, del Socialismo, de la justicia, de la igualdad, de la dignidad, del honor del hombre…”.
Este primer proceso electoral sin la presencia física de Fidel implica un desafío, pero también una responsabilidad para mantener esencias indispensables para el futuro de la Patria. Y la respuesta a la interrogante de qué pasará en Cuba después de la muerte de Fidel, está en la frase expresada por el presidente Raúl Castro: “Fidel se marchó invicto, pero su espíritu de lucha permanecerá en la conciencia de todos los revolucionarios cubanos, de hoy, de mañana y de siempre.”