El secreto de los vegetales

El mes de Septiembre se espera por los horticultores para plantar los vegetales del fin de año en Guamá. Le siguen Octubre y Noviembre que dan mayor desarrollo a la planta con las lluvias  y en Diciembre  ya están listas la mayoría para consumir.

Roger Rivera Matamoros, es uno de esos hombres apasionados con la práctica la de la Agricultura Urbana como actividad que desde el patio de cada vivienda, se convierte en una potencialidad que permite la alimentación de la familia y de gran parte del barrio.

“He sembrado este año mucha habichuela. Una larga que casi mide un metro y que rinde bastante y otros tipos de vegetales de los que sé que se consumen bastante.También sembré frijol caballero y le hice una empalizada grande, para que se desarrollara bien y así se la construí a las habichuelas.Todo estolo hago porque la tierra da y si le pone en un poquito de abono orgánico más la atención adecuada, entonces tendrá buena producción. Se necesita mucho esfuerzo y conciencia para que el país que se construye desde el barrio, ahorre mucho de lo que hoy se importa. Hay que  producir y conocimientos se sobran.”

Esa aseveración contagia cuando el fin de año en Guamá,  por tradición,  es una época de reunión familiar en la que no pueden faltar las viandas, vegetales y la carne criolla de cerdo, gallina, guanajo o algún ovino caprino.

Para ello se impulsa en medio de todas las carencias la Agricultura Urbana como soporte popular de una alimentación que se puede obtener con el esfuerzo colectivo en cada vivienda apoyando las producciones que el campesino lleva a los mercados.

Como Roger existen muchas personas que asisten menos a las áreas de venta de los productos agropecuarios, pues han sabido que la riqueza de la tierra está a la vista y del esfuerzo de todos, solo se necesita iniciativas y deseos de trabajar.

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