Ellos: los de una obra de infinito amor.

Cada 15 de Febrero se celebra el Día del Trabajador de Comunales en homenaje al Comandante Faustino Pérez Hernández, fundador del movimiento 26 de Julio, y expedicionario del Yate Granma,  quien luego del triunfo de la Revolución,  dirigió por más de 25 años dicha actividad.

Al arribar a la fecha el próximo sábado, el municipio santiaguero de Guamá cuenta con un colectivo de trabajadores en esa entidad  que cumple una de las misiones más destacadas en relación con el mantenimiento y  preservación de la imagen del municipio, ante sus habitantes, y en especial,  ante aquellos que lo visitan.

Por supuesto, que dicha  entidad tiene entre su objeto social otras tareas que incluyen la atención a los fúnebres y los cementerios, pero la mayoría se encamina al logro de la belleza e iluminación de las calles, parques, monumentos y lugares públicos, que distinguen este histórico municipio.

Muy temprano en la mañana, algunos de madrugada para aprovechar la sombra y evitar el  sol abrazador,  los barrenderos se levantan para que al pasar los transeúntes por cualquier parte del territorio, todo esté impecablemente limpio, recogidos los desechos, y embellecido el entorno.

Ramón Ricardo Espinosa: destacado trabajador en la limpia, chapea y ornamentación del poblado de Chivirico,  expresó recientemente que: “ser trabajador de comunales significa muchísimo, porque según el trabajo que tú hagas, así será la admiración y el orgullo de la gente por tu labor. Yo llamo a todos los trabajadores de comunales a trabajar porque cuando trabajamos el que viene se admira de lo bello que es nuestro municipio, se va contento y siempre se reconoce que Guamá es uno de los municipios más bellos y limpios de Cuba.”

Es el corazón el que ha hablado, así son los trabajadores de Comunales, y Ramón como parte de ese colectivo, tiene la satisfacción de atender un lugar que lo limpio, acomodó piedras, le sembró plantas, lo embelleció y hoy lo cuida como las niñas de sus ojos,  porque se ha convertido en espejo de Guamá, pues elaboró un proyecto y  propuso a la dirección de su empresa algunas ideas, para la construcción de un complejo artístico natural con  una valla , palmeras y otras plantas distintivas del lugar.

 Este amante del trabajo,  sobre piedra construyó una replica de los Picos Real del turquino,  del Cuba y el Suecia,  para  el visitante admire las imponentes montañas guamenses y tenga un lugar distinguido de esta serranía, donde hacerse una foto que la identifique.

Esa es la causa por la cual, al preguntar por los trabajadores de comunales, cualquier persona con mucha pasión puede decir: son “ellos,  los de una obra de infinito amor”.

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