Ibrahim Aguilera Morales nació y creció en lo alto de la cordillera más grande de Cuba, plena Sierra Maestra, sus padres eran campesinos pobres al igual que la mayoría de los habitantes del actual municipio de Guamá. Solo había un farmacéutico y cinco escuelitas particulares en este basto territorio.
Al triunfar la revolución de Fidel Castro en 1959 pudo estudiar y se convirtió en alfabetizador y luego siguió la vida de maestro. Jubilado desde hace varios años, todavía ejerce el magisterio en la sede Universitaria de Guamá.
El es uno de los agradecidos, que estará votando este 24 de Febrero y se conoce de su voto, porque lo dice con dignidad.
“Casi era un joven y no tenia zapatos que ponerme y la revolución me dio todas las posibilidades y me formé como educador y me siento orgulloso de serlo, y nadie me hace cuento del capitalismo. Aquí las elecciones eran por cedulas electorales y los pobres no tenían derecho a elegir ni lo elegían, solo los politiqueros y representantes le compraban el voto de la familia a una persona a cambio de la medicina para salvar un familiar, porque nadie se ocupaba por el pobre.
¿Como ahora no voy a votar por la constitución que defiende los derechos de todos los cubanos?
Mi voto como todos los anteriores es!:Sí por Fidel y nuestra Revolución, y un Socialismo Cubano, que es justicia igualdad y atención al pueblo!.
El imperialismo quiere que los cubanos tomemos como pretexto para las votaciones, nuestras carencias. Sí, nos faltan cosas, pero no nos falta la dignidad, no nos falta moral, inclusión del pueblo en todas y para todos los procesos que se desarrollan en el país, no nos falta que la Revolución atiende a todos, y que el que más y el que menos, tiene un subsidio para su vivienda, otro la ha hecho con la ayuda de la Revolución, y a otros, se le ha hecho”
Así piensan los Guamenses cuando el sector educacional del cual procede Ibrahim que une a más de 1500 trabajadores, la mayoría mujeres poseedoras de títulos profesionales, cargos y responsabilidades en los diferentes centros, como demostración de lo que el Socialismo ha hecho por ellas en Cuba en cuanto a igualdad, derechos, protagonismo social e ideológico, cultural y político.
Ellos dirán: Sí por la Constitución este 24 de febrero porque son agradecidos, porque ésta es además, como documento un programa legal con principios para defender, exigir los derechos y deberes de nuestro pueblo, especialmente de las nuevas generaciones que conducirán la Cuba del mañana.