“La esperanza del humanismo.”

La dedicación profundamente humana de cuidar los niños con padecimientos oncológicos, es una obra de infinito amor, que merece el reconocimiento de la sociedad. En el municipio santiaguero de Guamá, como el resto de Cuba, la atención médica es especial hacia los pacientes que presentan afectaciones por el cáncer, sin embargo, además del trabajo que realiza el personal médico que le atiente de forma diferenciada, en el Consejo Caletón Blanco a unos 25 kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, desde hace dos años,  funciona un proyecto que une diversas estructuras y personalidades, con el fin de hacer más llevadera y humana, la existencia de los niños dañados por el terrible mal.

Con este fin dichas estructuras y personalidades comunitarias, que se suman a un proyecto que ya reúne decenas de personas también en los Consejos Populares de El Francés y Aserradero, se reunieron recientemente en el propio Caletón Blanco para brindar la alegría a los niños afectados, con un profundo interés de preservar en estos, el mayor grado de calidad de vida.

En relación al tema Daniel Maceo Castro fundador del proyecto expresó que: “especialistas, instructores, aficionados, representantes de estructuras políticas y de masas, y personal de la comunidad, se unieron en una estrategia encaminada a educar para la salud, a quienes en el seno de la familia y el barrio, necesitan el mayor reconocimiento humano a su dolencia.

La actividad tuvo lugar en el marco del Día Nacional del Niño, en la lucha contra el cáncer y contó con la participación de dirigentes y miembros de la federación de Mujeres Cubanas, los Comités de Defensa de la Revolución, especialistas, técnicos de la salud, los médicos del Consultorio Médico de la Familia de la comunidad, artistas, pioneros, instructores de arte, y de forma general, la colectividad, para mediante el arte , la imaginación y el cariño, buscar en lo más hondo de la existencia de los niños afectados, una luz de motivación que alumbre la tristeza, que en ocasiones les embarga.

Solo de esa manera se logra que los sentimientos de los seres humanos, eleven su estatura, cuando está en juego todo el empeño del mundo, en busca de la alegría de niños, con afectaciones oncológicas. Entonces este proyecto de esperanza seguirá hacia adelante con el agradecimiento de los familiares de los niños que ven en su quehacer, un apoyo a la difícil tarea de buscar un minuto más de amor, para su pequeños.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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