Las lluvias recientes resultaron para los vecinos del santiaguero municipio de Guamá una prueba de fuego para comprobar en la práctica la disposición de combate ante las adversidades que impone la naturaleza.
En entrevista realizada a Zaida Correa Gutiérrez, dirigente y miembro del Consejo de Defensa Provincial en Santiago de Cuba, quien mantuvo un estrecho vínculo con el territorio durante y posterior a las lluvias recientes, manifestó su satisfacción en comprobar cómo dirigentes y pueblo de esta zona puso de manifiesto la actitud de responsabilidad en el cumplimiento de las medidas establecidas por la Defensa Civil en cada etapa concebida.
«De manera muy organizada vimos cómo el Consejo de Defensa Municipal mantuvo una sistemática comunicación con cada subgrupo y cada zona del territorio y en correspondencia adoptó decisiones encaminadas a resolver las afectaciones ocurridas. Hubo prioridad en salvar las vidas humanas y protección de los recursos materiales tanto de la población como de la economía. Acciones dirigidas a la vigilancia de riesgos, vulnerabilidades y advertencias oportunas para evitar actos de irresponsabilidades en ríos y mares que puedan poner en peligro lo más preciado del ser humano, la vida.Hubo comunidades incomunicadas a partir del crecimiento que tuvieron los ríos y enseguida el subgrupo económico para atender los alimentos adoptó decisiones que permitieron controlar las demandas y exigencias del momento».
Durante los días de lluvias hubo carencia de harina para la elaboración del pan y en la medida que este renglón alimenticio tuvo su llegada a puerto naval santiaguero, de inmediato fue trasladada al territorio. El desprendimiento de tierras y piedras en varios puntos de la carretera Granma, así como la inundación costera provocada por las marejadas inhabilitaron varios puntos en esa vía pero rápido fueron asistidas para su rehabilitación.
Equipamientos especializados para el movimiento de tierras realizaron importantes acciones en El Macío, Sevilla y Chivirico que permitieron sofocar las amenazas de inundación a zonas bajas y objetivos económicos del territorio.
«Sin lugar a dudas resultó esta ocasión un verdadero ejercicio práctico de lo que se concibió en el «Meteoro». Hubo movilización de los trabajadores en cambio de labor y asistencia a las áreas afectadas» -enfatizó la dirigente provincial.