El albaricoque de Justina.

El mundo de las frutas es inmenso y éstas han acompañado al hombre desde que surgió como especie humana, siendo una de sus dietas principales en la Comunidad Primitiva en que la recolección, fue una de sus principales actividades.

Hoy el cultivo de las frutas es una de las actividades más importante de la Agricultura Urbana, sin embargo, no todos los productores tienen la singularidad de Justina Ávila Jiménez,  quien cuenta en su patio con una mata exótica, que no es de las que tradicionalmente existen en Cuba.

“Esta  mata dicen que es de albaricoque, pero no sé a ciencia cierta si lo es o no, ya que no es de las que habitan aquí. Me trajeron una semilla hace años y se me dio. Es un árbol hoy de casi 10 metros de altura, pare bastante, por la parte de adentro de los gajos, como el cacao y en ramilletes de más de 10 frutas”

Así expresa esta mujer de origen campesino,  que tiene un árbol algo raro que ofrece  a sus amistades la oportunidad de saborear una fruta familia lejana de la manzana, tiene mucho parecido por su corteza y el interior, y diferencias porque posee una sola semilla pequeña como la del aguacate, pero con  más dulzura que la manzana, quizás por los aportes  nutrientes de la tierra criolla a la mata.

“Yo las recojo todo los días en una palangana y la gente  siempre me las compra y de esa manera sirvo a los vecinos y como estoy jubilada, me ayuda en la economía”

Esa es la motivación de esta mujer que espera cada año la cosecha, aunque no es una árbol que produzca como el mango en grandes cantidades, lo que la hace más esperada por aquellos que gustan todos los años de comerla y están atentos para o quedarse fuera de un manjar que se come natural y muy sabroso, sobre todo fresco sacado del frio o echo en dulce criollo como suele hacerse en los campos de Guamá-

Sin duda alguna, la propagación de esta planta que ya tiene más de 8 representantes en Guamá, es un hecho que llama la atención en que aun cuando muchas frutas no son de Cuba, el amor y la atención cultural, pueden hacer de ella, un divino tesoro de frutal.

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