El pueblo es parte de su corazón.

Eso es el delegado cuando están próximos a cumplirse 45 años  de la fundación del Poder Popular, el 31 de octubre de 1976, como estructura de Gobierno, basado en el poder de las masas.

Sacrificio, extrema entrega a la causa de sus electores, exigencia a las empresas y entidades para que resuelvan los planteamientos de quienes lo eligieron y rendición de cuentas constante ante ellos de sus gestiones, son rasgos que distinguen a  Manuel Gutiérrez Suárez, uno de esos seres, que hasta durmiendo pareciera que soñara con su gente.

“Yo lo mismo me levanto a las cuatro de la madrugada para visitar una comunidad montañosa, que me acuesto a las doce  o amanezco hasta el otro día en una gestión para mis electores”

Delegado de la circunscripción de El MINCIN, en la capital municipal de Chivirico, en este santiaguero municipio de Guamá y con veinte años en la tarea, Manuel dirige ese propio Consejo Popular y lo mismo se  ve reparando un camino de montaña con el pueblo ,recogiendo café, asesorando la venta de pan en un coche,  en la entrega de los módulos en las tiendas desde los inicios de la  pandemia, demostrando que la unidad delegado- electores en Guamá es un  ejemplo de fortaleza del gobierno popular.

“Ser delegado es un extremo sacrificio, que llena de orgullo a quien le sirve al pueblo, pues  de él venimos, y a él nos debemos, porque depositó su confianza en uno, para que le sirviéramos con devoción.”

Ese es el secreto del amor de un delegado en Cuba por sus electores, así es Manuel Gutiérrez Suárez.

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