A Yoel Suárez lo conocí en una de esas etapas en que el invierno cubano comienza en la parte más montañosa de la Sierra Maestra. Él reside en El Pinal, en la cúspide de la cordillera, al norte de la comunidad de Cañizo, en este municipio santiaguero de Guamá. Es campesino y se dedica a la producción de viandas, frutas, vegetales y la cría de animales; su única compañía es el cantío de los pájaros, el sonar de los gavilanes, los perros jíbaros o el chillido de la jutía. Tiene la compañía de Amalia, su esposa quien sobresale en la atención de los quehaceres de la casa.
Es cooperativista de la Forma de Producción Agropecuaria Luis Manuel Pozo y cultiva el café, además de tener cierta cantidad de reserva forestal.
Como motivación, es el campesino que más se destaca en la actividad de apoyo al mercado agropecuario y las ferias que se desarrollan en los poblados de Caletón y el barrio antes mencionado de Cañizo.
Este hombre, que ya peina los 71 años y parece un mocetón, prepara las condiciones para establecer nuevas plantaciones de café, la que a pesar de ser una zona fría en la tarde noche, recibe el buen sol. También se alista para las cosecha de frijoles y especies con destino a las ferias de este último trimestre, en especial para el fin de año, con la sagrada seguridad, de que cumplirá.